A menudo cuando estamos con otra persona, estamos, pero no somos. Oímos, pero no escuchamos. Podemos oír sus palabras, pero estamos pensando qué le vamos a responder. Nuestro diálogo interno no cesa mientras oímos, porque lo que nosotros queremos decir lo consideramos importante, auténtico, y verdad.
Cuando somos y escuchamos se produce el milagro del encuentro humano. Eres, estás realmente, presente. Sientes tu propio cuerpo, sientes tu respiración, sientes también el impacto emocional en tu cuerpo de las palabras de la otra persona, y dejas que todo eso sea tal y como es en ese momento, perfecto en ese instante, sin necesidad de decir nada, de contestar nada. Sólo escuchas. Escuchas, recibes, eres. Aceptas lo que escuchas. Aceptas el Ser de la otra persona. Aceptas tu emoción de rechazo, o de preocupación, o de pena, o de miedo, que sientes ante lo que la otra persona te dice.
Y entonces notas que ya no estás “apretado”. Notas espacio. Notas calma. Notas el silencio de tu mente, que no está buscando ninguna respuesta.
Y la otra persona lo nota. Quizá no de forma consciente. Pero lo nota. Lo percibe. Su Ser empieza a asomarse para recibir al tuyo. Para ser Uno. Sin fronteras, sin barreras. Eso es el Amor. La Conexión con Todo, con Todos. Dejar que la otra persona sea en ti, y tú seas en la otra persona.
Muy buena observación, Olga. Poco a poco, practicando, la escucha consciente será más fácil. La gente notará algo y te lo agradecerá. Es el mejor regalo que podemos hacer, la mejor ayuda.
Hola Yolanda. Cómo me cuesta ese tipo de escucha activa. Si alguien comparte su problema conmigo, es cierto que estoy pensando en lo que le voy a decir. Puede que sea porque estoy pensando que esa persona espera que yo le diga algo, y espera recibir ese tipo de ayuda. Estoy pensando en la manera en que puedo ayudarle. Y al final me pierdo mas en mis pensamientos que en lo que me está contando.
La verdad es que en el trabajo me pasa igual. Si alguien viene a preguntarme algo, estoy pensando en la respuesta que darle antes de que termine de preguntar, adelantándome a veces a la pregunta.
Pero bueno, seguiré intentando escuchar de manera consciente 🙂
Saludos, y buen día.
Olga