El ego siempre busca la felicidad donde no está.
Hay tres características principales en la búsqueda de la felicidad del ego. La primera es que para el ego la felicidad nunca ocurre ahora, siempre cree que está en el futuro. Incluso con un presente maravilloso el ego pronto se aburrirá y creerá que hay una felicidad mayor esperándole en el futuro: cuando me case, cuando tenga hijos, cuando me separe, cuando tenga trabajo, o cuando cambie de trabajo, cuando consiga ese ascenso, cuando me jubile…
Otra segunda característica es que el ego pone la felicidad en algo externo: una pareja, (no cualquiera, si no la pareja perfecta, tu media naranja que te espera)…, hijos, un trabajo, dinero, una ciudad o lugar… Hay algo externo a ti que cuando lo tengas serás feliz, y que vincula la búsqueda en el exterior de ti, con la proyección al futuro.
El ego colectivo popular ha generado, además, leyendas o amuletos que atraen esa supuesta felicidad: el trébol de cuatro hojas, la herradura, el oro al final del arco iris. Sin darse cuenta que la felicidad es ver el arco iris, ahora, o la sencillez del trébol, con una conciencia presente y una mente en silencio.
La tercera característica es más sutil. Como el ego se siente aislado del resto de los seres y personas, es la voz dentro de la cabeza, aislada del resto del mundo, su ‘felicidad’ es exclusiva y excluyente. Es decir, si me toca la lotería voy a ser feliz yo, no los demás, y mi suerte no tiene porqué beneficiar a muchas más personas aparte de mí y los míos. Si encuentro una pareja, esa persona debe hacerme feliz, es decir, utilizo a esa persona como el instrumento de mi felicidad. El primer paso es ‘mi felicidad, aunque sea sin la tuya’. El paso siguiente para el ego es ‘mi felicidad aunque sea a costa de la tuya’; peleas, broncas, guerras y, en los casos muy extremos, asesinatos, se derivan de ese principio.
El ego es astuto, y para la persona que se identifica con la etiqueta de espiritual, seguirá proyectando igualmente en el exterior y en el futuro: cuando esté iluminado o iluminada, cuando tenga paz, cuando encuentre un maestro, cuando la gente y los problemas me dejen en paz y, entonces, pueda dedicarme a mi desarrollo interior… Observa que, con otras etiquetas, las proyecciones son las mismas.
La felicidad está solamente dentro de ti, Ahora. Es cómo tu mente interpreta lo que ocurre. Es tu estado de conciencia ante lo que se está manifestando en el Ahora.
La Felicidad Nunca está fuera, siempre está dentro. Nunca en el inexistente y fantasioso mañana, si no en el Ahora. Nunca excluye ni aísla, si no que incluye e integra. La Felicidad es un estado de conciencia plena perfectamente alineado con lo que se manifiesta Ahora.
Hola Yolanda, ¡buenos días!
Te leo y entiendo lo que estás diciendo, le veo lógica, me identifico, pero me cuesta muuuucho separar el ego de mi "yo", no sé si me explico. Me cuesta mucho aceptar que por una parte estoy yo y por otra el ego como un ente independiente. Me es más fácil decirme "que subidito tienes el ego" cuando sale a flote con su cháchara mental que pensar en él como algo diferente a mi. Vamos, me está costando dejarlo en un ladito para que la vida sea más fácil para mi y los que me rodean.
En cualquier caso, gracias. No sabes lo que me ayuda leerte y oirte. y todo lo que estoy descubriendo gracias a ti.
Saludos,
Olga
Tomo nota de los libros.
De lo que he tomado conciencia es de que es mi ego herido el que hace que en determinadas situaciones me altere o me enfade, porque me siento humillada, ofendida por cosas que realmente no tienen importancia pero que en determinados contextos me afectan mucho. Ahí le doy el toque al ego diciendole que está subidito. No sé si el enfoque es correcto, o si debería cambiarlo. ¿Qué opinas?
Hola Olga, lo que comentas es una experiencia común, pues nuestra identificación con el cuerpo y la mente (pensamientos, imágenes, emociones, historia, costumbres…) es absoluta, apenas hay conciencia de lo que hay en la mente, salvo de lo muy evidente. Mucha gente tiene conductas, pero no es consciente de emociones detrás de la conducta, de dónde están las emociones en el cuerpo, o de qué pensamientos o creencias-raíz alimentan esas emociones y conductas. Es como soñar y no ser consciente de que estás soñando, y te dejas llevar por el sueño, agradable o pesadilla, produciendo emociones y signos en tu cuerpo. Sin embargo, la conciencia de que tienes 'el ego subido' es diferente. Es la Conciencia de lo que tú realmente eres que empieza a asomar. Normalmente empieza por percibir lo que no eres, por indagar y preguntarte, ¿soy esto realmente? ¿Quién soy yo? No esperes que haya una respuesta mental. Todo lo que la mente explique no es lo que tú eres.
Te recomiendo leer a Eckhart Tolle, "Un nuevo mundo, Ahora" y "El Poder del Ahora".
Hola Yolanda, ¡buenos días!
Te leo y entiendo lo que estás diciendo, le veo lógica, me identifico, pero me cuesta muuuucho separar el ego de mi "yo", no sé si me explico. Me cuesta mucho aceptar que por una parte estoy yo y por otra el ego como un ente independiente. Me es más fácil decirme "que subidito tienes el ego" cuando sale a flote con su cháchara mental que pensar en él como algo diferente a mi. Vamos, me está costando dejarlo en un ladito para que la vida sea más fácil para mi y los que me rodean.
En cualquier caso, gracias. No sabes lo que me ayuda leerte y oirte. y todo lo que estoy descubriendo gracias a ti.
Saludos,
Olga
Hola Álvaro, aunque ya te contesté en privado, se me pasó tu pregunta en el blog. Como te dije, sí se puede.
Lee mi entrada "malos tiempos para la felicidad" y el libro de Mathieu Ricard, "en defensa de la felicidad".
La felicidad es diferente de estar contento. No puedes estar contento en un mal trabajo, pero puedes tener paz y plenitud, la felicidad que no depende de las circunstancias externas. La felicidad no condicionada. Y al tenerla, te quedas en el trabajo, o te vas. Porque ahora lo ves claro, sin dudas y sin miedos.
Hola Yolanda, aunque el trabajo que realizas no te satisface y te estresa, ¿es posible?