A veces algo poético puede despertar un poco. De mi lado más explorador y menos aferrado a cómo parecen ser las cosas ha surgido esto. Lo he convertido en un pequeño vídeo presentación de mi Canal de YouTube. Aquí tenéis el texto y el vídeo:
He bajado al valle y subido a la montaña.
He caminado a oscuras en la noche,
He avanzado a trompicones bajo la cegadora luz del sol.
He tallado la piedra para cazar, he penetrado los secretos del átomo.
He sido niño, he sido anciano.
He sido madre, he sido padre.
He sido hombre, he sido mujer.
He sido monje, he sido guerrero.
He sido monje, he sido guerrero.
He sido astuto como el zorro, ágil como el gato, traidor como la hiena, egoísta como el buitre, fiel como el perro.
He conocido el odio, el resentimiento, la culpa, la vergüenza, el dolor, la crueldad que he ejercido y la que he sufrido, y el miedo que aferra, que inmoviliza las manos y las piernas y te clava en el camino.
He conocido, también, el amor, la amistad, el sacrificio, el agradecimiento, la generosidad, el heroísmo, he recibido ayuda y la he dado. He llorado con el dolor de otros, y otros han llorado con el mío. Y cuando todo parecía imposible he encontrado una fuerza que me ha liberado del miedo y me ha permitido ir más allá de donde creí que estaba permitido.
He buscado la respuesta en Dios, en el Universo, en la Ciencia, en la molécula-medicina que calmara mi mente y me diera equilibrio y Felicidad.
He recorrido todos los caminos, del planeta y del Universo, buscando esa respuesta.
Ahora, he vuelto a casa, a mi casa, a mi hogar… a mi interior, a mi corazón y mi mente.
Allí he encontrado un espacio vacío y oscuro. He sentido miedo y no me he atrevido a avanzar. Pero he sentido también curiosidad, me he preguntado qué era ese vacío, he penetrado en él y me he quedado allí en silencio. Noté cómo las fronteras que me delimitan y me definen desaparecían y mi yo se disolvía. Y era Todo. Y entonces ha surgido una nueva sensación, una nueva emoción que nunca antes había experimentado con tal intensidad: la paz, el Amor y la seguridad absoluta y sin límites.
Ahora, quiero vivir en esa serenidad, quiero liberarme del mordisco salvaje de las emociones primitivas. Quiero vivir con calma, felicidad, amor y plenitud.
Quiero romper las barreras y las fronteras de mi piel y mi mente que me separan de lo que sientes tú, de lo que eres tú, del animal, de la planta y de la piedra.
Dejar de ser Yo, dejar de ser gota.
Ser Océano.
Muchas gracias, María José. Supongo que de vez en cuando iré publicando alguna entrada de este tipo. Estoy reactivando y desempolvando viejas pasiones.
Ahora resulta que también eres una maravillosa poetisa, no se de que me extraño¡¡.
Felicidades por tu buen escribir, quien aún no haya entendido la esencia del mindfulness, ahora la sentirá a través de ti. Gracias por todas tus aportaciones.