Dos colegas mías están esperando un bebé. Es un momento de ilusión y de preparación para todo padre o madre. En ambos casos, se trata de su segundo hijo. Sin embargo, las dos han tomado una actitud diferente ante ciertos elementos de la educación de sus primeros hijos. Me refiero a ese tema que empieza ya a ser controvertido de las maquinitas, la tele, los dibujos educativos infantiles, los vídeo juegos… Cada una ha tomado una actitud bien diferente de la otra. Cada una basada en artículos e información leída sobre el tema.
Viendo dos actitudes tan diferentes, la una con todos los vídeos de “Baby Einstein” preparados para su futuro bebé, y la otra defendiendo que su segundo hijo no verá la tele hasta los dos años, como hizo con el primero, no pude más que preguntarme qué había en el mundo científico al respecto. Parece, que a nivel popular, todos estamos de acuerdo en que los niños (y los adultos, seamos sinceros) pasan demasiado tiempo viendo la televisión, demasiado tiempo jugando con las maquinitas, demasiado tiempo con el ordenador… y cuando son algo más mayores, demasiado tiempo con los móviles, con facebook, con twenty… Pero, ¿cuánto es demasiado tiempo? ¿Son realmente dañinos? Y si lo son, ¿se pueden realmente evitar o controlar? ¿Cómo?
Me lancé a mi propia investigación al respecto. Como las referencias que encontraba en español eran pocas y bastante anticuadas, me lancé a la búsqueda en inglés. ¿Es bueno que los niños tan pequeños vean la TV? ¿Qué hay de esos vídeos supuestamente educativos, como Baby Einstein, que se han puesto de moda y que muchos padres compran pensando que mejorará las funciones cognitivas de sus bebés?
La Universidad de Washington realizó en 2007 un estudio sobre ciertos DVDs educativos, entre ellos Baby Einstein. ¿Los resultados?: no funcionan en absoluto. Estos vídeos no tienen ningún resultado positivo en el vocabulario de los niños de 17 a 24 meses. De hecho, según el estudio por cada hora pasada viendo ciertos DVDs o vídeos, los bebés entendían entre 6 a 8 palabras menos que otros bebés de su misma edad. Disney demandó a la Universidad, que se mantuvo firme en sus conclusiones. Dos años después, en 2009, Disney ofreció la devolución del dinero a aquellos padres que habían comprado Baby Einstein. La compañía ha retirado la palabra “educacional” de sus productos.
¿Y qué pasa con la TV? ¿Esa niñera siempre dispuesta a cuidar de los niños? Hay que reconocer que un padre o una madre realmente exhausto puede a veces recurrir a la TV como ayuda. El niño llora, se despierta un fin de semana a las 7 de la mañana, y se queda absorto viendo los dibujos en la TV mientras su padre o madre puede seguir durmiendo un ratito más. Pero ¿es realmente conveniente? ¿O estamos produciendo un daño a largo plazo? ¿Es realmente tan “barata” esta niñera? ¿O luego lo vamos a pagar de alguna forma?
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