Meditar: ¿Con o Sin Guía Verbal? En Occidente lo más frecuente es comenzar la meditación utilizando guías verbales, meditaciones grabadas, que nos guían y ayudan en el proceso. En Oriente, lógicamente, y de forma original, no era así, entre otras cosas porque es una tecnología nueva que no ha existido hasta hace unas pocas decenas de años y la meditaciones tiene varios miles de años de antigüedad. Lo que hacían era dar unas instrucciones y el discípulo tenía que seguirlas, con mayor o menor éxito o dificultad. Hoy en día nuestra mente es mucho más dispersa y seguramente eso nos costaría muchísimo más. Tampoco aguantaríamos, en líneas generales, llevar la vida austera y difícil que se llevaba en la antigüedad.
Ruedines de Ayuda para la Meditación
En el último YouTube Live comenté que la guía verbal es como unos ruedines de ayuda, y que tarde o temprano es importante prescindir de ellos. Eso no significa no seguir unas ‘instrucciones’, un tipo de meditación, sino poder hacerlo sin guía, sin grabación. Podemos hacer una meditación Metta, o de Amor-Amabilidad, o permanecer en la Conciencia Punto, pero no estamos siguiendo la voz de nadie.
¿Cuándo podremos hacer Meditación sin Guía Verbal?
¿Cuándo intentarlo? si una persona practica la meditación durante años llegará un punto en que la guía verbal le empiece a molestar, le frene en lugar de ayudarle. Lo notas porque cuando la voz de la persona que guía vuelve a sonar te molesta, porque estabas en un punto de conciencia absolutamente silencioso y delicioso. Ese punto dulce se rompe al sonar la voz. Continuar con una guía verbal en esa situación es un obstáculo. Alcanzar ese punto puede llevar años de práctica diaria, puede incluso que diez años de práctica constante. Puede parecer una barbaridad, pero pensemos en cuánto tardamos no en aprender a leer, sino en dominar la lectura fluida y compleja. Cuántos años se tarda en dominar un idioma o un instrumento musical. Todo aprendizaje requiere miles de horas y de práctica.
Cómo empezar a prescindir de la Guía Verbal:
Si te encuentras en ese punto dulce en que no te cuesta meditar y te empieza a molestar la voz de la guía verbal, es probable que notes que te cuesta poco meditar sin guía en ciertas circunstancias (por ejemplo, en la naturaleza), pero te cuesta en casa. La razón es que en la Naturaleza hay Silencio, Silencio de mentes humanas, hay poca gente (salvo que vayamos en grupo), y ese Silencio entra dentro de nuestra propia mente, ayudándonos en la Meditación.
Para llevar la práctica a la casa, a la ciudad, donde es más difícil, comienza por períodos cortos de diez minutos, incluso de cinco minutos. Hay aplicaciones móviles que ayudan en esto. Pero seguramente después de usarlas un tiempo te será más fácil, sentarte, meditar y ver qué pasa, y un día te darás cuenta, al abrir los ojos que has estado media hora.
Por Yolanda Calvo Gómez – Psicóloga
Transformación Emocional desde la Conciencia.
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