¿Tienes exámenes a la vista? ¿Quieres aprender algo de la forma más eficaz posible? La Psicología y la Neurociencia pueden ayudarnos en esta tarea, dando pasos más allá de lo que las técnicas habituales de estudio nos proponen. De hecho, una técnica de estudio habitual consiste en realizar esquemas, mapas de conocimiento, que desarrollen relaciones profundas entre los conceptos que tenemos que aprender. Este tipo de aprendizaje supone una elaboración y un trabajo (que pone en marcha la Corteza Prefrontal para encontrar lo que es importante y eliminar lo que no lo es) que, efectivamente, es muy eficaz en el estudio. Sin embargo, un estudio de la Universidad Purdue recientemente publicado en Science encontró que examinarte a ti mismo funcionaba aún mejor. Si, después de repasar una lección, utilizas 20 minutos en escribir todo lo que sepas y recuerdes de lo que acabas de leer, tendrás mejores resultados en tus exámenes. En el estudio los resultados fueron un 50% mejores. ¡No es despreciable! Esto es así, porque el esfuerzo de recordar, y poner juntos los trozos que recuerdas, supone una elaboración aún más profunda. Numerosos otros estudios apuntan en esta dirección. Haz una pequeña prueba, lee estas listas de palabras durante unos segundos, intenta dedicar el mismo tiempo a cada una, y luego, sin mirar el ordenador intenta anotar todas las palabras que recuerdes de cada lista:
Mar / Brisa
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P_n / Mantequilla
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Raíz / Árbol
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Música / Canci_n
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Dulce / Salado
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Zapato / Calcet_n
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Película / Actriz
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Teléfono / Ag_nda
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Gasolina / Motor
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Lectura / L_bro
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Instituto / Universidad
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L_piz / Papel
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Pollo / Sopa
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Río / B_rca
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Fruta / Verdura
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Cerveza / V_no
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Ordenador / Microchip
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Televisión / Rad_o
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Silla / Sofá
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C_na / Comida
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La mayoría de la gente recuerda más de la lista en las que las palabras no están completas, unas tres veces más palabras de esa lista que de la primera.
Puedes estudiar, entonces, haciendo tus esquemas, y también haciéndote exámenes de cada tema. Pero también puedes hacerlo, con una pizarra y unos rotuladores y explicar el tema en voz alta, todo lo que recuerdes. No te preocupes por lo que no te sepas. Cuando acabes, consulta con tus apuntes y tus esquemas lo que te ha faltado o en lo que te has equivocado (seguro que no se te volverá a olvidar). Si estudias así, te aburrirás mucho menos… y te sorprenderás con los resultados en los exámenes.
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