A veces las emociones dolorosas y fuertes nos invaden, y surge la reacción emocional inconsciente, de rabia, miedo, angustia, o frustración. Antes de darnos cuenta la reacción emocional de lucha-huida, de rabia-miedo, se activa. Antes de darnos cuenta hemos huido (alcohol, drogas, comida, compulsiones…), o hemos gritado, o dicho cosas que han hecho daño y que, si pudiéramos, quisiéramos borrar. La reacción emocional que hemos tenido nos hace sentir tremendamente mal, tremendamente culpables. Una vez que nos sentimos culpables, nos atacamos a nosotros mismos produciéndonos aún más dolor. Al aumentar el dolor, por medio de la culpa, aumenta el lastre emocional, lo que Eckhart Tolle llama cuerpo dolor, lo que en la India llaman vāsanās, o tendencias kármicas, y que hoy llamaríamos también tendencias conductuales. El ciclo reacción emocional de rabia-miedo se refuerza, así, por medio de la culpa, haciendo que la próxima vez huir o gritar sea más rápido y más intenso que la vez anterior.
¿Quieres romper este ciclo? No te opongas a él. No luches contra él. Sólo la Conciencia puede vencerlo, como la luz desplaza la oscuridad. En silencio y con sencillez. Cuando te des cuenta de que ya has reaccionado emocionalmente y te invade la culpa, las emociones siguen siendo fuertes y se mezclan, miedo y culpa, o rabia y culpa. Una parte de ti justifica tu respuesta anterior, la otra se siente fatal por haber reaccionado como lo has hecho. Ese mismo día, durante tu meditación, observa con atención esas emociones, observa los pensamientos que producen, observa las sensaciones que generan en tu cuerpo. La meditación ‘Mindfulness en las Emociones’ puede ayudarte (también la de Mindfulness en el Dolor Físico, centrándote en las sensaciones físicas de las emociones). Observa y acepta lo que hay en tu mente. Por mucho que lo rechaces no puedes hacer ya nada, ya ha ocurrido, las emociones ya están ahí. Acepta. Observa. Sé consciente. Puede ser que durante esa misma meditación las emociones se calmen y desaparezcan del todo. Puede ser, también, que al finalizar la meditación las emociones estén más calmadas, pero permanezcan ahí. En ese caso, al día siguiente, vuelve a hacer Mindfulness en las Emociones, los días que sean necesarios, hasta que ese episodio no te produzca ninguna emoción.
Al sustituir la culpa por la Conciencia, la oscuridad por la luz, el cuerpo dolor disminuye. La próxima vez será menos probable que reacciones emocionalmente, y si lo haces seguramente será menos intenso, y menos duradero. Quizá a mitad del ‘episodio’ te des cuenta, te ‘despiertas’, y puedas parar. Si ocurre eso, retírate a observar tu mente otra vez.
Hazlo siempre que sea necesario. Convierte en un hábito la observación de la mente.
Con el tiempo podrás ver que empieza a surgir la rabia o el miedo, y podrás observarlo, y notar cómo se diluye. Es como si ahora las emociones —que antes parecían surgir tan rápidamente— surgieran a cámara lenta, dándote tiempo de reconocerlas y de escoger la respuesta consciente y sabia, en lugar de la reacción emocional ciega e inconsciente.
Así de sencillo. Sin trompetas. Sin desgarros. Tan simple como eso.
Es tal cual lo que explicas me pasa cuando me enojo
Gracias
<3
Siii, muchas gracias!!