La mente está con su cháchara mental incesante. Y la noche no es ninguna excepción. Nos acostamos y antes de dormirnos seguimos dejándonos arrastrar por el torrente mental, acordándonos de escenas, imágenes, conversaciones del día, mantenemos esas conversaciones en nuestra mente, las repetimos, las editamos, las cambiamos… imaginamos otra conversación para mañana, o para otro día, otra escena, otros personajes, los mismos personajes… Y viendo nuestras películas mentales nos dormimos.
Y así, cuando soñamos, los sueños repiten esas mismas películas. Si estamos preparando un examen, soñamos con el tema del examen, si hemos comido ensalada de maíz y discutido con alguien, en nuestro sueño esa persona nos tira maíz a la cabeza, o nosotros se lo tiramos a esa persona…
Otras veces los sueños representan, de forma simbólica, las emociones que nos atenazan durante el día… Es frecuente, para el que ha estudiado en la Universidad, seguir soñando muchos años después, que todavía no ha acabado la carrera, que aún le quedan exámenes, que no ha ido a clases, que no se ha preparado nada, con una angustia tremenda. Quizá la angustia que siente ante situaciones de la vida presente, situaciones ante las que sentimos que no estamos preparados o preparadas…
Otros sueños o pesadillas típicas que representan las emociones que nos atenazan, son la de soñar con la muerte o pérdida de alguien muy querido… O soñar que nos persigue alguien o algo, corremos y no nos movemos del sitio, por más esfuerzo que hacemos no avanzamos… O soñar que tenemos que coger un tren o un avión muy importante, que no podemos perder, y llegamos tarde, lo hemos perdido y era nuestra última oportunidad… Todos sueños, que repiten temas diurnos… sentir que no avanzamos en la vida, sentir que hemos perdido una oportunidad preciosa, que hemos perdido el último tren de algo, en el amor, en el trabajo, en lo que sea…
Podríamos estar analizando esos sueños durante horas y seguramente extraeríamos un material muy interesante. Pero aquí, lo que queremos, es otra cosa distinta. Queremos que nuestra mente esté calmada. Porque una mente calmada puede ver la solución que seguramente está delante (más bien está dentro) y aplicarla. Es como esas bolas de nieve con una figura o una foto. Si agitamos la bola, la nieve no nos deja ver la imagen; si la dejamos quieta, la nieve se asienta y ahora vemos la imagen con claridad. Así funciona la mente. Una vez que está tranquila, podemos ver con claridad lo que era obvio y que antes no veíamos.
Por todo esto es muy conveniente realizar una Transición al Sueño, para no entrar en el sueño ‘en la mente’, en la inconsciencia de dejarnos arrastrar por el torrente mental. Para ello calmamos nuestra mente recorriendo el cuerpo, centrando nuestra conciencia en el cuerpo. Si lo habitual en una meditación es intentar no dormirse, en esta ocasión nos dormiremos durante el ejercicio. No se trata, entonces, de una meditación propiamente dicha, si no de un ejercicio de transición, para poder hacer una transición serena y calmada a la fase del sueño. De esta forma, dormiremos de forma más profunda y reparadora, tendremos menos pesadillas y nos sentiremos mejor. Para muchas personas con dificultad para conciliar el sueño, o con insomnio, este ejercicio puede ser una gran ayuda. Aún así, si tienes un insomnio grave seguramente vas a necesitar ayuda profesional, pero incluso en ese caso puedes encontrar mucha ayuda con este sencillo ejercicio.
Practica todas las noches. Entra en el Sueño con una mente serena. Y por la mañana, cuando te despiertes, antes de empezar a pensar en las cosas del día, antes de que se active tu mente, siente tu cuerpo. Nota tu cuerpo, tu respiración, la vida en tu cuerpo. Luego la mente se activará, claro que sí, pero será un comienzo del día diferente.
¡Felices Sueños! ¡Feliz Despertar!
De nada.
Gracias Yolanda. Que tengas un buen dia
Estupendo, Olga. Lo estás haciendo muy bien, enhorabuena. Al comienzo cuesta, pero se van notando los resultados antes de lo esperado. Es sorprendente observar toda esa actividad mental, que siempre está ahí, pero de la que no éramos conscientes. La clave es esa: Conciencia, Conciencia, Conciencia. Ánimo. Vas muy bien.
Hola Yolanda, muchas gracias por tus consejos. Así lo estoy haciendo estos dos días. Me levanto, me voy al salón, me siento, me pongo el video "primeros pasos", y mi piscina-mente empieza a tirar piedras jeje (me ha encantado la entrada, a veces tiro tantas piedras para parar las ondas que hasta se me pone dolor de cabeza, que esfuerzo tan inútil). Por la noche también lo hago, sentada, antes de acostarme. Y estoy poniendo en práctica el mindfulness-pipí, mindfulness-ducha jeje, con mejores momentos y otros mas agitados. Pero bien. Con tus videos, tus artículos y Andy Puddicombe (me compré el libro hace una semana porque vi que lo recomendabas en otro comentario) creo que poco a poco conseguiré esa paz interior que estoy buscando y que tanta falta me hace.
gracias de nuevo y un sincero abrazo
Hola Olga,
muchas gracias por dedicarte este tiempo precioso para ti, y por tu seguimiento. Los problemas que comentas son, ambos, muy comunes al comienzo (y no tan al comienzo).
En primer lugar, el objetivo es la Conciencia, esto quiere decir, que el objetivo es ser consciente de cuando aparecen pensamientos, no que no aparezcan. Los pensamientos van a seguir apareciendo, porque es lo que hace la mente (lo explicaré en la siguiente entrada), el propósito es ser consciente de cuando esto ocurre. Al centrarnos en la respiración le damos a la mente un trabajo, al comienzo no sabe estar sin hacer nada, eso la calma. Sé consciente de la respiración y de cuando aparecen los pensamientos, nada más. Si luchas para suprimir los pensamientos, habrá más, la resistencia fortalece aquello contra lo que lucha.
Por otro lado, la práctica de Transición al Sueño no es una meditación. En la meditación no nos quedamos dormidos, en este ejercicio sí. Este ejercicio es para facilitar quedarnos dormidos con la mente en silencio, calmada, lo que mejora el sueño. Sin embargo, en la meditación es muy importante permanecer despiertos, con el cuerpo relajado pero despierto. Esto es algo un poco difícil al comienzo, pues sabemos estar dormidos-relajados y despiertos-tensos, pero no sabemos estar despiertos-relajados. Es un nuevo aprendizaje. Desde ese punto de vista, los dos grandes peligros son, demasiada cháchara mental y tensión en el cuerpo, o demasiada lasitud, en el cuerpo y en la mente, con aburrimiento y sueño. Es conveniente conseguir un equilibrio de atención relajada, que evite estos dos extremos.
Por este motivo no es recomendable hacer la meditación tumbada en la cama, el peligro de quedarse dormida es grande. Hacer una meditación a primera hora de la mañana es una idea excelente, la mente está más tranquila, es más fácil, y comenzamos el día con una perspectiva nueva y fresca. Pero es conveniente levantarse y sentarse con la espalda recta (mira las primeras entradas del blog sobre Mindfulness, como esta: https://espacioconcienciaplena.blogspot.com.es/2011/11/mindfulness-tecnicas-orientales-para_07.html). La espalda recta, pero relajada, como señal física de nuestra atención mental.
Te recomiendo que utilices, hasta que tengas más costumbre y tu mente esté más entrenada, las guías verbales, también para la meditación del día. Puedes comenzar con Mindfulness Primeros Pasos, pero explora, pasados unos días, otras grabaciones, y practica la que más te ayude.
El tema del tiempo es muy importante. Lógicamente si dedicamos 30 minutos al día a la meditación, son 30 minutos que tenemos que quitar a otra cosa. Es una cuestión de prioridades. Salvo muy escasas excepciones el tiempo lo tenemos, sólo hay que tener claro que una mente serena es nuestra prioridad. Porque una mente serena es, también, una mente más eficaz. Así que incluso en las otras tareas del día, seremos más eficaces si le hemos dedicado ese tiempo al entrenamiento mental.
Te recomiendo también alguna lectura que te ayude a complementar tu trabajo, por ejemplo, de Jon Kabat-Zinn: "Donde quiera que vayas, ahí estás", de Andy Puddicombe: "Mindfulness. Atención Plena". Y del gran Eckhart Tolle: "Un nuevo mundo, Ahora".
Espero haberte ayudado.
Hola Yolanda, llevo un par de semanas leyendote y viendo tus videos. Estoy descubriendo de tu mano el Mindfulness y te estoy muy agradecida. Me cuesta en muchisimas ocasiones centrarme en la respiracion y dejar que los pensamientos se vayan, pero seguiré practicando.
A cuenta de esta entrada, quería preguntarte si ves oportuno realizar el ejercicio que explicas en tu video de "primeros pasos" al despertarme (pero sin ponerme el video), tumbada en la cama, antes de levantarme; y por la noche realizar el ejercicio que explicas aquí para dormir. A lo largo del día, y aunque parezca mentira, me cuesta encontrar 10 minutos de tranquilidad para realizar el ejercicio de "primeros pasos".
Muchas gracias de antemano. Y que tengas un bien dia
Gracias a ti por dejar este comentario. Sí, es una práctica tremendamente poderosa. Ayuda mucho y se nota más en esos momentos tan difíciles.
Muy útil. Lo he realizado tras una acalorada discusión, y me ha inducido un sueño reparador a pesar de la agitación que tenía en el cuerpo. Muchas gracias.
Gracias, Julio. Llevan mucho tiempo las grabaciones, pero ahora he podido hacerlas.
Gracias por la canción, me encanta.
Últimamente estás muy activa en tus entradas en el blog, y se agradece mucho que saques tiempo para dedicarnos a nosotros. Te dedico virtualmente la canción que lleva tu nombre de Pablo Milanés. Gracias por esta nueva meditación